El fiscal a Rigau: "Pierde una ocasión de oro al no hablar"
"Pierde usted una ocasión de oro para explicarse", ha replicado el fiscal Emilio Sánchez Ulled a la consejera en funciones de Educación al enterarse de que Irene Rigau no iba a contestar a sus preguntas este martes, durante su comparecencia en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
El silencio es un derecho de todo imputado. En esa condición ha acudido Rigau a declarar ante el magistrado Joan Manel Abril, que instruye las querellas presentadas contra la consejera en funciones de Educación, la ex vicepresidenta Joana Ortega y el presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas. Se les investiga por supuestos delitos de desobediencia al Tribunal Constitucional, prevaricación y malversación de fondos públicos por haber celebrado la consulta soberanista del 9-N pese a que había sido suspendida por el Tribunal Constitucional.
Al principio de la comparecencia, Rigau ha anunciado que no iba a responder a las preguntas ni del Ministerio Público ni del abogado de la acusación popular Pedro Muñoz Lorite. Señaló que no contestaba porque la Fiscalía había "cambiado de criterio" al presentar una querella que los fiscales de Barcelona no compartían al no apreciar delito.
El fiscal anticorrupción Sánchez Ulled, encargado en su día del caso Palau (en el que se descubrieron las comisiones ilegales de Convergencia), le ha contestado, en catalán, que "perdía una ocasión de oro". Ella se ha limitado a sonreir.
Rigau, que ha llegado a la cita judicial arropada por decenas de militantes, ha negado haber dado instrucciones a sus subordinados para la preparación y el desarrollo de la consulta independentista. Manifestó que "no le consta" que los responsables de los servicios territoriales de su departamento hubieran pedido a los directores de los institutos que fueron sede de las votaciones que participaran como voluntarios o que, en caso de no querer hacerlo, entregaran las llaves de los centros. En el procedimiento judicial constan documentos y declaraciones testificales en ese sentido.
"No desobedecimos"
Al término de su declaración, que ha durado poco más de una hora, Rigau ha manifestado que "he defendido que, desde mi punto de vista, una sociedad democrática tiene que conocer el pluralismo y la opinión de la ciudadanía. No vi nada negativo en lo que se hizo".
"No desobedecimos", ha añadido la consejera, que ha argumentado que el Gobierno catalán se informó para conocer el alcance de los recursos presentados al Tribunal Constitucional contra el 9-N y, tras hacerlo, decidió seguir hacia adelante con el proceso participativo, informa Europa Press.
"Cumplí con un mandato de mi Parlament", ha dicho a los medios Rigau, según la cual no se dieron órdenes a los directores de los institutos para abrir los centros como puntos de votación sino que sólo se les informó de que podían ceder el espacio. Según ella, las votaciones fueron gestionadas por voluntarios.
La exvicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, ha seguido la misma estrategia que Rigau y se ha negado a responder a las preguntas de los fiscales y lo acusación, sólo ha contestado a su abogado y al presidente del tribunal. Ortega ha justificado que no detuvo la consulta ilegal del 9-N porque la organización ya estaba en manos de la "sociedad civil" cuando el Constitucional la prohibió. Durante más de una hora de interrogatorio, la que fuera mano derecha de Mas en la Generalitat ha insistido que la logística de la consulta estaba fuera de su control.
El catalanismo arropa a las imputadas
La consejera de Educación en funciones, Irene Rigau, se ha rodeado de la plana mayor del soberanismo para mostrar una imagen de unidad a su llegada al TSJC. Prácticamente todo el Govern ha arropado a Rigau en su camino hasta el Tribunal, donde ha sido recibida a gritos de "independencia" por el centenar de personas que se han concentrado delante del Palacio de Justicia. Rigau ha llegado acompañada 10 por sus abogados -entre los que está el padre de la Constitución Miquel Roca- y la mayoría de consejeros del Govern, informa Pol Pareja.
También han mostrado su apoyo a Rigau delante del tribunal miembros de CDC, ERC y de la lista de JxS como Marta Rovira (ERC), Lluís Llach, Raül Romeva, Josep Rull (CDC) o el líder de la CUP, Antonio Baños. Quien se ha ausentado ha sido Oriol Junqueras y el president en funciones, Artur Mas, que estaba en un acto del Fórum Iberoamericano.
Fer costat avui a la consellera Rigau i a @joanaortega és de justícia, perquè les urnes mai són el problema sinó la solució. #9NSomTots
— Meritxell Borràs (@txellborras)
A parte de los pesos pesados del soberanismo, también han acudido al Palacio de Justícia líderes de otros partidos no independentistas. Es el caso de Lluís Rabell, de CSP, y de Ramón Espadaler, de UDC, que han aprovechado para condenar la imputación de Rigau, Ortega y Mas y pedir "soluciones políticas" al conflicto soberanista.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha emitido un comunicado en el que califica de "ataque directo a la independencia judicial" las manifestaciones ante los juzgados. El texto subraya que resulta "inadmisible" si se tiene en cuenta que se trata de una "estrategia encabezada por representantes públicos, algunos con funciones de Govern"
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