domingo, 19 de julio de 2015

La cadena de supermercados Spar promociona la carne de ballena en Noruega

La cadena de supermercados Spar promociona la carne de ballena en Noruega

La cadena de supermercados Spar promociona la carne de ballena en Noruega

Comercialización de carne de ballena

Spar es una cadena multinacional de supermercados de los Países Bajos, considerada la cadena de venta minorista más grande del mundo con presencia en 40 países, empezó a expandirse en Noruega en el año 1993 y desde entonces no ha dejado de crecer acaparando buena cuota de mercado. Hoy es noticia porque junto a su empresa matriz, NorgesGruppen ASA, juegan un papel muy importante en la promoción de la caza comercial de ballenas, ya que promueve y facilita el comercio de todos los productos derivados.

Siempre se ha hablado de Japón cuando se trata sobre la caza de ballenas protegidas, sin embargo, el país que más ballenas caza es Noruega, para hacernos una idea, en el año 2014 la industria ballenera de Noruega capturó 736 ballenas, más que la suma de ballenas capturadas por Japón (447) e Islandia (261). La caza comercial de ballenas se prohibió en 1986 por la CBI (Comisión Ballenera Internacional), el propósito de la prohibición era poder recuperar la población de estos cetáceos. Pero es cierto que se permite a ciertas comunidades que continúen con la denominada cacería de subsistencia como parte de la cultura, o la cacería con fines científicos, argumento que utiliza Japón para poder capturar ballenas.

Noruega ha burlado la prohibición de la CBI y de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro de Extinción (CITEX), La industria ballenera cuenta con aliados en el Gobierno del país, de ahí que éste apoye la actividad. Además existe una creencia errónea entre los altos funcionarios y la industria pesquera al considerar que capturando a los cetáceos se mejora la captura de otras variedades de peces comerciales. Actualmente una coalición de organizaciones no gubernamentales, como la Agencia de Investigación Ambiental, el Instituto de Bienestar Animal y la Fundación CarbonFix, llevan a cabo una campaña para tratar de frenar la caza de ballenas, por ello solicitan a Spar Noruega que no siga distribuyendo y comercializando carne de ballena, ya que reduciendo el mercado se reduce el incentivo de la caza de cetáceos.

Spar cuenta con más de 12.000 establecimientos repartidos en 40 países, la mayoría en contra de la caza de ballenas, según encuestas de opinión realizadas en países como el Reino Unido o Alemania, más del 80% de los consumidores están concienciados sobre la necesidad de proteger a la especie y no comprarían productos marinos de empresas vinculadas a la caza de ballenas, como sería el caso de Spar. No sabemos si esta noticia influirá en la decisión de los consumidores de otros países para que dejen de comprar productos en esta cadena de supermercados como una medida de presión, quizá se vea el problema como algo lejano que no les influye, ya que en los establecimientos de estos países no se comercializa carne de ballena.

La caza de ballenas en Noruega y su comercio asociado pueden ser técnicamente legales, pero sin duda, es un desafío a los tratados internacionales que buscan la recuperación de los cetáceos. Por otro lado, el límite de capturas establecido por Noruega ha sido rechazado por el comité científico de la Comisión Ballenera Internacional, ya que no es conforme a la base científica que garantiza la sostenibilidad de la especie. Hay que tener en cuenta que el procedimiento de gestión sobre los límites de captura ha sido revisado meticulosamente y se considera uno de los procedimientos más avanzados jamás desarrollado en el campo de gestión de la caza de ballenas y la pesca.

A pesar de todo, Noruega evita la condena internacional por la captura indiscriminada de ballenas, se mantiene discretamente en un segundo plano dejando que sean Japón e Islandia el centro de atención sobre la caza de ballenas, como ya hemos comentado, Noruega captura más ballenas que estos dos países juntos. El país ha sido discreto en la medida de lo posible y año tras año ha ido aumentando la captura de cetáceos, ahora parece que tiene la intención de introducirse en el mercado de la carne de ballena en Japón, algo lógico, ya que este país ha reducido drásticamente las capturas después de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) prohibiera recientemente su programa de captura de ballenas con fines científicos en la Antártida.

Por fortuna, Japón ha rechazado los productos derivados de ballena procedentes de Noruega este año, parece ser que por el alto nivel de plaguicidas que contenían y que están prohibidos por el Gobierno japonés, como por ejemplo el clordano, prohibido por ser perjudicial para la salud humana y para el medio ambiente, de este tema nos informan aquí. Esta es una de las razones por las que Noruega busca expandir el mercado interno a pesar de que la mayoría de los consumidores noruegos no están interesados en la carne de ballena.

El Ministerio de Pesca del Gobierno noruego asegura que existen más de 71.000 ejemplares de ballena en el Atlántico central, por lo que no hay problema para el número de ejemplares que captura Noruega, además la industria ballenera del país asegura que su actividad se basa en la protección y aprovechamiento sostenible de los recursos marinos, hay que recordar que estas cuestiones las debe determinar el comité científico de la Comisión Ballenera Internacional y no la industria ballenera.

Varias entidades gubernamentales privadas de Noruega han creado campañas de marketing intentando impulsar las ventas de carne de ballena, debido a lo ocurrido con el mercado japonés, promueven esta carne entre el sector del catering, la hostelería y la restauración, todo son intentos, en vano, por impulsar un negocio que actualmente se considera marginal.

Supermercados como Spar Noruega y su empresa matriz, NorgesGruppen ASA, juegan ahora un papel importante en la distribución y venta de la carne de ballena, llevan a cabo campañas de promoción con la esperanza de poder obtener importantes beneficios en el caso de que el mercado de la exportación se abra. Si se desea conservar a los cetáceos y reconocer el papel tan importante que juegan en el ecosistema marino, no hay que permitir la captura indiscriminada de ballenas. Spar terminará dejando a un lado este producto, al menos así se considera en este artículo publicado en The Guardian.



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