El Servicio Marítimo de la Guardia Civil no acudió al rescate de Cabo de Palos por falta de personal
SALVADOR GONZÁLEZ La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) denunció ayer que la falta de personal en el Servicio Marítimo del cuerpo mermaron la eficacia de la operación de rescate del británico de unos 50 años fallecido el martes mientras buceaba en aguas de Cabo de Palos.
Según la Asociación, «desde que se tuvo conocimiento del hecho, se desplegó un operativo de rescate donde participaron, entre otros, Salvamento Marítimo, helicópteros de Protección Civil y Guardia Civil, Cruz Roja y el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) del instituto armado». Sin embargo, precisan, «las embarcaciones del Servicio Marítimo de la Guardia Civil no participaron, ya que no se encontraba ninguna tripulación de guardia».
La AUGC señaló también que la no presencia del Servicio Marítimo afectó al rescate en el rastreo de la zona de búsqueda del cuerpo del buceador, ya que se desconocía la ubicación exacta; y en el traslado hasta el lugar de los GEAS, que tuvieron que trasladarse por tierra hasta el puerto de Cabo de Palos y desde allí llegar hasta el lugar con una embarcación neumática.
Y es que, según fuentes consultadas por esta Redacción, el fallecido, quien era técnico de buceo, fue hallado en las proximidades del pecio Stanfield, sumergido a unos 48 metros de profundidad tras naufragar hace casi cien años (el 26 de junio de 1916) tras chocar con la formación de rocas Bajo de Fuera. Una zona que según el portavoz de los centros de buceo de la Región, José David Balcázar, requiere un gran nivel técnico.
Asimismo, este diario ha podido saber que el grupo de buceadores que acompañaban al fallecido, todos con horas de buceo de experiencia, pertenecían a un club privado, que acudió al lugar de forma autónoma, sin participación de los clubes de la Reserva, ya que contaba con los permisos para realizar inmersiones en la zona por parte de la Comunidad.
Hasta el momento se desconocen las posibles causas de la muerte del buceador británico, ya que los resultados de la autopsia que le practicará el Instituto anatómico Forense aún se desconocen, aunque una de las hipótesis es que sufrió un infarto.
De todas formas, desde la AUGC descartaron que se pudiera salvar la vida del buceador «aún teniendo más medios en la búsqueda», que sumó un total de cuatro horas y media, pero alertaron de que «quizá en futuras ocasiones la participación de las embarcaciones del Servicio Marítimo sean imprescindibles».
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